La ONCE valora de forma positiva el nuevo Real Decreto sobre perros de asistencia
Mejora la realidad de 900 personas ciegas, usuarias de perro guía, que caminan por nuestro país con plena seguridad y autonomía

La ONCE valora de forma positiva el nuevo Real Decreto aprobado ayer por el Gobierno por la que se regula la actividad y bienestar de los perros de asistencia, y que afecta a más de 900 personas ciegas, usuarias de perro guía, que caminan por las calles de nuestro país con plena seguridad y autonomía.
La Organización destaca la importancia de que el Real Decreto 409/2025, que entrará en vigor el próximo 17 de junio, unifica para todo el país determinados aspectos de los perros de asistencia que, aunque regulados por legislación autonómica, no lo venían estando de un modo homogéneo, por recogerse en normas diferentes y distantes en el tiempo.
En este sentido, subraya por encima de todo que la nueva normativa regule el acceso, circulación y permanencia en espacios públicos o privados de uso público de las personas con discapacidad, acompañadas por sus perros, pero no solo durante el periodo de ejercicio de la actividad, sino también durante su formación y tras el retiro de la misma, siempre que el perro permanezca con la persona con discapacidad a la que venía prestando apoyo. Un detalle clave para las personas ciegas que se quedan con sus perros guía retirados.
Como indica el nuevo texto, las conductas de quienes vulneren este derecho de acceso serán sancionadas con multas según la ley autonómica correspondiente, y en casos graves, las infracciones podrán ser gestionadas también por la vía penal al considerarse atentados contra la igualdad y no discriminación.
La ONCE también valora especialmente como aspecto muy positivo que el texto aluda a las condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar mínimas de estos perros, así como otros aspectos de carácter más formal que afectan a la formación de estos animales, las unidades de vinculación y a la profesionalidad y garantías de las personas que trabajan en su preparación y entrega como perros de asistencia.
Dos años para ser perro guía
El perro guía es un animal perfectamente adiestrado para ayudar a una persona ciega o con una discapacidad visual grave en sus desplazamientos. Está entrenado para seguir las directrices que le indica la persona; reconocer y evitar obstáculos (estáticos y en movimiento); marcar la llegada a bordillos, escaleras o desniveles; buscar puertas, asientos libres o encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones complejas; e incluso está capacitado para desobedecer una orden del usuario cuando su ejecución implique un peligro para la integridad física de ambos (cruce de una calle cuando viene un coche).
Los perros guía tienen que estar adiestrados por centros especializados. En España, la inmensa mayoría lo están por parte de la Fundación ONCE del Perro Guía, cuya solvencia y profesionalidad se garantizan por el cumplimiento de los estándares internacionales establecidos por la International Guide Dog Federation (IGDF) y un proceso de formación que ronda los dos años de trabajo.
Ubicadas en Boadilla del Monte (Madrid), sus actuales instalaciones dan cabida a todos los servicios de excelencia y bienestar animal: crianza, alojamiento y cuidado de cachorros, entrenamiento e instrucción de perros, clínica veterinaria, albergue para perros retirados o residencia para la formación de usuari@s.
Son animales muy bien socializados, capaces de mostrar un comportamiento impecable en todo tipo de entornos y situaciones, así como en su relación con otras personas y animales. No muestran agresividad, tienen una gran voluntad de trabajo y de agradar, y están sujetos a requisitos de salud e higiene más estrictos que cualquier otro animal.
Estos perros se entregan a las personas ciegas tras un intenso curso de formación, en el que crean un vínculo muy estrecho entre sí, aprenden a relacionarse para funcionar como un gran equipo y a cuidarse mutuamente.
Desde hace años, los perros guía son una de las tipologías de perro de asistencia reconocidas y, como tales, su registro e identificación así como los derechos y obligaciones de las personas usuarias con las que se vinculan -incluido el régimen sancionador por el incumplimiento de la normativa- están recogidos en las distintas leyes autonómicas.